qué se le pasa por la cabeza a una niña que, desde los 5 a los 16 años, ha estado encerrada y atrapada entre hierros y correas? pues de todo, la verdad. asumía mi suerte con la resignación de las niñas obedientes; con vergüenza, los chistes sagaces de los chicos en la adolescencia; con confusión el hecho de saberme defectuosa e irreparable.
así que empecé a soñar. soñaba con las mujeres fuertes y valientes de las pelis y de los libros. mi mente viajaba con la baronesa blixen a su granja en áfrica a los pies de las colinas de ngong. viajaba con kathleen en su intrépida búsqueda tras el corazón verde. viajaba con escarlata y me emocionaba cómo con su ingenio sobrevivía a grandes peligros. viajaba con kate, en la última escena de su relato de supervivencia del mayor naufragio de la historia, cuando aparecían todas las fotos de sus grandes aventuras, pilotando un aeroplano, montando a caballo, volando en globo...
todas aquellas mujeres me acompañaron durante largos años. todas eran preciosas, coquetas y femeninas. y también eran valientes, fuertes y resistentes. con sus aventuras despertaron mi amor por la vida y por todo lo que hay en ella. incluso por las situaciones más incomprensibles.
La columna rota, 1944,
óleo sobre lienzo montado sobre fibra dura, 40 X 30,7 cm.
frida khalo
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