l'institut saint dominique

Nancy nos esperaba en la puerta, como cada mañana. tenía el pelo blanco, la cara arrugada, un cigarrillo siempre encendido, una sonrisa franca con los labios pintados de rojo muy rojo, y una voz un poco ronca con la que nos daba los buenos días con una frase siempre cariñosa. si llovía, nancy estaba en su puesto con un paraguas; si hacía viento, nancy llevaba bufanda; pero no faltaba ni un día.
íbamos entrando en orden al colegio, todas vestidas con jersey de lana, falda y medias azul marino. pero nos reconocíamos entre amigas rápidamente. era un cole sólo de niñas, con un patio interminable, en el que jugábamos a la comba, a la goma, al rescate, al pañuelo y al escondite; y con canchas de baloncesto en las que representábamos las funciones para los padres. una vez nos disfrazamos todas de oveja, con gorritos blancos con orejas de papel pinocho!
mi mejor amiga se llamaba maite. era una niña muy simpática, que sonreía mucho y vivía en el cole. las niñas no podíamos subir al tercer piso, pero maite sí. una vez me dejó acompañarla, y tras recorrer algunos pasillos un poco oscuros y solitarios, llegamos a una puerta que parecía de un despacho. pero al abrirla, entramos en una casita preciosa! era muy raro. atravesamos el cuartito de estar, con una mesa redonda con un mantelito de flores, también las habitaciones y llegamos a la cocina, donde me invitó a merendar. a mí se me olvidó que seguíamos en el cole! me explicó que cuando todos nos íbamos, su padre cerraba las puertas y vigilaba por la noche.
cuando acabamos de merendar, al salir otra vez al pasillo, nos cruzamos con françoise que cerraba la puerta de al lado. así que ella también vivía allí! era una mujer que te acariciaba con la mirada. nos quería muchísimo, y era callada y discreta. era una mujer muy alta y delgada, que siempre olía a ropa limpia. a veces nos hablaba en francés, porque los profesores querían que aprendiéramos ese idioma. en realidad era muy divertido, porque aprender las palabras nuevas era como un juego.
aunque había una profe que no era muy divertida. cuando entraba en clase nos teníamos que levantar y decir todas "bonjour madame!" y tenía muy mal genio. salíamos a la pizarra a escribir los verbos, y nos mandaba muchos deberes.
yo tenía muchas amigas. de hecho, toda la clase éramos amigas unas de otras. nunca nos peleamos y nos invitábamos a los cumples. hasta un día nos quisimos escapar en el recreo, para ver qué pasaba por la calle. intentamos salir por las escaleras de atrás del patio, pero conchita que estaba siempre atenta a todo nos vio y menudo susto se dio! nos explicó que eso no se hacía y llamó a nuestros padres. menudo lío se armó! así que se nos pasaron las ganas de salir a explorar.
yo ahora ya soy mayor y hace mucho tiempo de aquello. encontré un sitio muy bonito en el que vivir y en el que sigo hablando francés. y con cada "oh là là" y con cada "bonjour madame" recuerdo todos aquellos juegos con todas aquellas niñas con uniforme azul.

foto: archivo MacaRon, institut saint dominique, curso 81-82